En los pasillos del Poder

    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador a la mitad del sexenio. 2.- El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores: en una encrucijada política. 3.- La Presidenta de Acapulco, Adela Román Ocampo, presume no tener dinero ni nada que dar.

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    Por Baltasar Hernández Gómez ۞

    (Análisis, comentarios, reflexiones, trascendidos y filtraciones sobre la política y los políticos de México, estado de Guerrero, Acapulco y más allá)

    Viernes 13 de agosto de 2021.

    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador a la mitad del sexenio.

    2.- El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores: en una encrucijada política.

    3.- La Presidenta de Acapulco, Adela Román Ocampo, presume no tener dinero ni nada que dar.

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    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador a la mitad del sexenio.

    Casi a punto de presentar su tercer informe de gobierno, el Presidente López Obrador prepara una atmósfera propagandística masiva para aumentar puntos porcentuales en sus niveles de aceptación (los cuales han bajado al 57% de acuerdo a la más reciente encuesta Mitofsky) por medio de la hechura de spots auditivos y visuales que van a destacar los resultados obtenidos en la primer mitad de su gestión. 

    Tiene además preparado un libro anecdotario, una política de presión sobre los gobernantes que dentro de unos meses dejarán gubernaturas y presidencias municipales y también para los entrantes; el regreso de estudiantes a clases preferenciales (demostrando que tiene el control del sindicato oficial de los maestros) y hasta la visita del Presidente de los Estados Unidos.

    Los expertos en medición de opinión pública afirman que a 35 meses de iniciada su gestión ha perdido 23% de aprobación ciudadana, debido a la poca eficacia exhibida en hacer sentir transformaciones que se traduzcan en hechos relevantes para las familias mexicanas, escasas realizaciones en cuanto ataque a la corrupción que debieran tener –por lo menos- a una centena de exservidores de “alto nivel” en prisión. 

    No se diga de los estragos sociales y económicos causados por la pandemia Covid 19. En el pulso social se percibe que López Obrador no ha cumplido las promesas de campaña y las que ha dicho en funciones de primer mandatario. 

    Debo hacer un alto para destacar lo que sí ha hecho López Obrador en tres años: modificó el aspecto jurídico del país, toda vez que por medio de reingeniería en el Congreso logró más de 50 reformas a la Constitución y puso en funcionamiento una estrategia de apoyos directos a personas de la tercera edad, estudiantes de los niveles medio y superior, a pequeños negocios y grupos vulnerabilizados. 

    En el cuadrante negativo es preciso señalar que le faltó disminuir sensiblemente la violencia e inseguridad, así como proyectar mejoría económica y financiera, lo cual se ha convertido en una inflación a la alza que demerita el poder adquisitivo. Tan es así que en el más reciente informe del CONEVAL se señala que la pobreza y la extrema pobreza aumentaron. Ya supimos su respuesta contraria al respecto.

    A estas alturas existe cierta expectativa para conocer qué y cómo va a decir lo que ha venido realizando en tres años de gobierno, cuáles son las perspectivas de la 4T, a qué personajes corruptos llevará a la cárcel y de qué formas México será más próspero y seguro. López Obrador sólo ha podido adelantar que nadie se aburrirá al leer su libro titulado “A mitad del camino”. 

    Esperemos ver que el mensaje a la nación proyecte certidumbre y dé esperanzas a los millones de mexicanos que desean un país con menos discursos mañaneros y más acciones. Menos ideología y más programas efectivos. ¡Corazón…….y lotería!

    2.- El Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores: en una encrucijada política.

    Quienes están en contacto permanente con el gobernador de Guerrero lo han visto con una actitud demasiado reservada, que algunos dicen llega al punto de no ser fluido en su hablar. No es para menos. Astudillo Flores no tiene la seguridad de concluir correctamente su sexenio, en virtud de que hay elementos internos y externos que presagian un turbulento final de gestión. 

    Como ejemplo de este escenario se alcanzan a vislumbrar presiones de trabajadores del estado y el magisterio por el escaso techo presupuestal para garantizar sueldos. En materia de contención del Covid 19 las medidas preventivas absorben mucho dinero, el cual debió haberse dirigido para pago de obras públicas inconclusas y de equipamiento administrativo y policial. 

    Sin embargo, esto no es lo más importante, pues sus cambios de humor parecen provenir de los vaivenes políticos, donde un día le aseguran que no va a pasar nada cuando deje el cargo y al otro amagan con negarle apoyos económicos y amedrentarlo con auditorías.

    Sin paracaídas de emergencia dentro de su partido político por haber afirmado que el PRI estaba secuestrado por políticos que deciden la mayoría de las candidaturas y que al perder siempre hay reclamos, inconformidades, críticas y presiones contra líderes y gobernantes pertenecientes a sus filas. 

    El gobernador sólo ha podido responder -después de conocerse los resultados del domingo 6 de junio pasado- que él no es una vergüenza para el PRI ni para Guerrero, defendiendo la postura adoptada de respeto a la votación y a su imparcialidad durante el proceso electoral 2021. No obstante esta expiación parece que cada vez son menos de sus correligionarios tricolores que lo van a seguir apoyando una vez que abandone el palacio de gobierno en Chilpancingo.

    Amistades y familiares de segundo grado han comentado en corto que “el gober Astudillo” tiene sus esperanzas fundadas en el cumplimiento de los acuerdos pactados con el gobierno federal y con el senador Félix Salgado Macedonio, que en estos momentos es uno de los más queridos operadores del presidente de la República y papá de la gobernadora electa. ¡El mundo……y lotería!

    3.- La Presidenta de Acapulco, Adela Román Ocampo, presume no tener dinero ni nada que dar.

    Dándose un “baño de pueblo” en medio de una docena de ciudadanos y comerciantes ambulantes que estaban en las inmediaciones del centro de Acapulco, la alcaldesa en funciones, Adela Román Ocampo, caminaba rodeada de empleados municipales. Portaba un vestido de manta azul chillante y una mascarilla transparente para atestiguar cómo trabajadores de salud municipal y seguridad pública detenían autobuses urbanos y taxis colectivos para “sanitizarlos” al igual que a pequeños comercios de la zona. 

    En verdad que fue lamentable ver a la exprofesora y exmagistrada que quiso experimentar ser gobernante, pero que las partidas de cartas que jugó la dejaron tendida en la lona sin posibilidades futuras para seguir en las lides políticas. Ya ni hablar del operativo higiénico de combate contra la propagación del Covid 19 que es una farsa populistoide, ya que aspersar alcohol y cloro no es ninguna solución, menos cuando se permite que el transporte público vaya al tope de usuarios.

    A 50 metros de este acto meramente publicitario pude percibir muecas de burla de las personas que pasaban caminando y en vehículos automotores privados. A dos meses de que deje el cargo, Adela Román sólo aparece en parodias de contacto social, tratando de mostrar que “no está sin hacer nada”. 

    Lo que sí produce en el imaginario colectivo es más enojo y lástima, pues en la gran mayoría de casas habitación y negocios no hay agua potable, entre otros muchos servicios municipales que dejaron de brindarse. 

    Entre caminatas tropicaloides y la excusa de que el Ayuntamiento no tiene dinero Acapulco se verá subsumido en una espiral interminable de desorden, que ahora tendrá sumada la presión de miles de trabajadores municipales que saben que al oír las palabras de miseria material de la alcaldesa, sus salarios estarán a destiempo y/o recortados. Asimismo, las obras pendientes de terminar no tienen para cuándo, originando una serie de inconvenientes viales, cortes de agua, dispersión de aguas negras e inseguridad.

    Vaya final de gestión va a tener Adela Román. Qué tristeza da verla que vive refugiada en el oscurantismo, tratando de conservar seguridad personal y jurídica. No es para menos, pues sus allegados comentan que tiene notificaciones de que sus adversarios están preparando varias demandas legales y una campaña “del adiós” extremadamente negativa. Una despedida que por sus alcances no la ha tenido ninguno de sus predecesores. ¡La muerte…….y lotería!

    Quien tenga ojos que vea. Quien tenga oídos que oiga. Quien no, pues no.

    ۞ Politólogo, comunicador, escritor, catedrático-investigador y asesor.                       

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