Algunos trazos para visualizar las repercusiones de movimientos telúricos de gran intensidad en Acapulco

    Con una falta total de servicios públicos e inoperancia administrativa y financiera Adela Román y su séquito de funcionarios se disponen a abandonar el palacio municipal.

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    Por Baltasar Hernández Gómez.

    Es inconcebible que ante la magnitud de un sismo, que más bien fue un terremoto, las autoridades federales en voz del presidente Andrés Manuel López Obrador afirme que no existen daños graves en Guerrero ni en Acapulco.

    Sin embargo, en la realidad miiles y miles de acapulqueños de las zonas urbana y rural sufren las inclemencias por la carencia de servicios, falta de apoyos materiales y técnicos, durmiendo a la intemperie por qué sus casas están inhabitables.

    Hasta el momento se han contabilizado más de 3000 casos de edificios y viviendas muy afectadas por el movimiento telúrico trepidatorio ocurrido hace 4 días.

    López Obrador solamente señala que no hay daños significativos y que solamente hubo dos víctimas en Acapulco. Confirma que el gobernador Astudillo Flores le informó que únicamente existen daños menores y algunos deslizamientos de piedras y arena en carreteras, por lo que no se amerita suspensión del tráfico aéreo o que las actividades sean detenidas, bueno, ni siquiera de una ayuda especial expedita.

    Por su parte, la alcaldesa de Acapulco Adela Román Ocampo se la pasa asegurando que va a ser conducto de trámites para que llegue apoyo a los damnificados. Claro como ya deja en 19 días su encargo, pues todo lo va a dejar al tiempo, es decir, a que Abelina López Rodríguez tome posesión del encargo y que Acapulco, Guerrero, México y el mundo ruede. Román Ocampo sale en videos editados ara dar su palabra que será gestora y que los damnificados van recibir apoyos, acusando a sus críticos de que sí está gobernando con eficiencia.

    Así así las cosas tan llanas, mientras miles de habitantes de colonias afectadas interrumpen el tránsito como medida de presión al Ayuntamiento de Acapulco, a fin de que haya soluciones inmediatas. Estás manifestaciones se suman a la de los trabajadores de la administración municipal que protestan porque no reciben sueldos, jubilaciones y pensiones. Empresarios y prestadores de servicios también hacen presencia, ya que no se les han pagado lo que proveyeron, sobre todo en cuestión de transporte de agua potable.

    Ni con lluvias, huracanes, marchas, plantones, paro de oficinas ni con terremotos la Presidenta que se va con la etiqueta bien ganada como la peor de todos los gobernantes contemporáneos, Adela Román da la cara ni soluciona nada.

    Con una falta total de servicios públicos e inoperancia administrativa y financiera Adela Román y su séquito de funcionarios se disponen a abandonar el palacio municipal, teniendo una cauda de acusaciones y señalamientos de corrupción, malversación de fondos públicos e ineficacia que lastimó por 3 años a la sociedad acapulqueña.

    En política, señora doña Presidenta, funcionarios infuncionales, socios y familiares que “desgobernaron”, las omisiones, la inacción, las prácticas deshonestas y el descuido consciente, cobran facturas más temprano que tarde.

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