Marchan maestros y normalistas en Chilpancingo, para exigir seguridad

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Texto y Fotos Cortesía: José Molina de la Cruz

Chilpancingo, Gro. 09 de Diciembre del 2016.- Miembros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero, regresaron a las calles en Acapulco y Chilpancingo, para exigir a los tres niveles de gobierno seguridad en las escuelas, ante la ola de violencia que se vive en la entidad.

Cerca de mil docentes, se dieron cita a las 11:00 de la mañana en el monumento a Nicolás Bravo, al norte de la ciudad, donde iniciaron una marcha hacia el boulevard “Vicente Guerrero”.

Además de las demandas centrales del movimiento, como la derogación de la Reforma Educativa, la presentación con vida de los 43 desaparecidos, y justicia para los maestros que han sido asesinados, esta vez, el reclamo fue de seguridad para las escuelas, los alumnos y el magisterio.

Al igual que la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), el magisterio guerrerense declaró el inicio del periodo vacacional desde este viernes, al argumentar que se pondría en riesgo la integridad de los maestros en zonas como Tierra Caliente, Costa Grande y Acapulco, donde la violencia se ha acentuado.

Ramos Reyes Guerrero, secretario general de la CETEG, señaló que hay un temor generalizado en el magisterio de que la delincuencia organizada quiera arrebatarles sus quincenas y aguinaldos, sobre todo en los municipios de la Tierra Caliente, donde varios maestros han sido secuestrados en este último año.

“Exigimos al Gobierno del Estado, Federal, necesitamos urgentemente seguridad para todo el magisterio” reiteró el dirigente de la Coordinadora.

Durante el mitin frente a Palacio de Gobierno, manifestó que el pasado 07 de diciembre dio inicio una nueva etapa de lucha, que consistirá en la recaudación de firmas, para que se exija ante el Senado de la República la derogación de la Reforma Educativa.

La marcha, avanzó por los carriles centrales de la Autopista del Sol, e hicieron una pausa frente a la 35 Zona Militar, donde reclamaron la complicidad de las fuerzas armadas con la delincuencia organizada, y exigieron que el Ejército se retire de las calles, pues desde que fungen como policías, se han incrementado las violaciones a los derechos humanos.

Frente al Congreso del Estado, hicieron un segundo alto, a los diputados locales, criticaron la omisión que ha habido frente a las estrategias de seguridad y se ha permitido la corrupción de los cuerpos de seguridad con los cárteles de la droga.

La última parada fue frente al Palacio de Gobierno, al gobernador reclamaron su falta de sensibilidad ante la violencia que viven los guerrerenses, y la incapacidad de frenar los índices delictivos.

Hicieron un llamado a las autoridades y el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, a reconocer que están rebasados por la violencia y hagan frente de una vez, a los grupos delictivos, responsables del derramamiento de sangre en la entidad.