*Bajaron al conductor de su unidad y lo golpearon
Por: José Molina de la Cruz
Chilpancingo, Gro. 12 de Noviembre del 2017. – Un grupo de personas armadas, interceptó al conductor de una urvan de Pueblo Viejo, lo bajaron, lo golpearon e incendiaron la unidad durante la tarde de este domingo en la colonia Benito Juárez de Chilpancingo.
El nombre del conductor no fue revelado por cuestiones de seguridad, es de aproximadamente 60 años de edad y tenía heridas en la cabeza y el rostro, debido a que fue golpeado con la cacha de una pistola.
Los hechos se registraron minutos después de las 16:00 horas sobre la calle 13 de Septiembre de ese asentamiento humano, a un costado de la colonia Morelos y cerca del mercado “Benito Juárez”.
De acuerdo con reportes policíacos, el conductor de la urvan apenas había salido con la unidad de un autolavado, fue interceptado por personas armadas, lo bajaron y lo golpearon, posteriormente prendieron fuego a la urvan para después darse a la fuga con rumbo desconocido.
Vecinos del lugar al ver al conductor herido por los golpes lo auxiliaron y llamaron a una ambulancia que llegó al lugar junto con paramédicos de la Cruz Roja para atender a la víctima.
Al ver el fuego, los vecinos decidieron apagar el fuego con agua de sus viviendas, quienes con sus cubetas lograron sofocar el siniestro.
La unidad de la marca Nissan tipo Urvan, de color blanco con franjas verdes cafés y azules, marcada con el número económico 5 y placas de circulación 64-89-FMC del Servicio Público y de la ruta Pueblo Viejo-Chilpancingo, fue consumida totalmente por el fuego.
Al lugar acudieron elementos de la Policía Estatal y efectivos del Ejército Mexicano, quienes acordonaron la zona para que las autoridades correspondientes acudieran a realizar las investigaciones de ley.
Cabe señalar que hace aproximadamente dos meses, en el poblado de Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, se registró un enfrentamiento entre dos grupos antagónicos que duró un poco más de tres días, arrojando el saldo de varios muertos, armas y camionetas decomisadas.
Este hecho de violencia provocó que habitantes del pueblo se desplazaran hacia otros poblados o incluso a la capital y que el servicio del transporte público se suspendiera por varios días hasta que el Ejército Mexicano tomó el control de la seguridad.
