30 o 35 dólares por 15 minutos de sexo: Operación Tormenta

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    Ciudad de México. 04 de Noviembre del 2016. – La Operación Tormenta entre la Procuraduría General de la República (PGR), la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos permitió la captura de nueve mexicanos dedicados a la trata sexual que trabajaba entre La Merced, la Ciudad de México, y Nueva York en los últimos 16 años.

    El Departamento de Justicia informó que la red de trata inicia cuando un miembro de la organización se involucra sentimentalmente con su víctima.

    Un romance, el enganche

    La mayoría de veces se trata de menores de edad en territorio mexicano, en donde se induce a la víctima a dejar a su familia. Una vez que es separada de su hogar, ésta es encerrada y abusada física o sexualmente.

    Típicamente, señala la investigación, a las víctimas se les dice que su victimario debe grandes cantidades de dinero, por lo que tendrá que prostituirse para ayudar a pagar la deuda.

    La mujeres eran obligadas a prostituirse en el barrio de La Merced, en la Ciudad de México, donde en promedio tenían relaciones sexuales con 20 o 40 hombres al día y donde casi siempre eran obligadas a entregar todo el dinero obtenido.

    Luego de explotarlas en México por algún tiempo, los tratantes las enviaban ilegalmente a Estados Unidos, en uno o varios departamentos en la ciudad de Nueva York, y se les prohibía que se comunicaran entre ellas, además de ejercer violencia física, sexual, amenazas, mentiras y presiones para forzarlas a seguir en la prostitución.

    En la mayoría de los casos, revela la investigación, el tratante daría a la víctima información de contactos para “buscar trabajo” generalmente en prostíbulos o en “servicios de entrega”.

    En este último, un chofer entregaría a la víctima en la casa de un cliente, ubicadas generalmente en Nueva York y estados vecinos.

    Cada cliente, por lo general, pagaba entre 30 o 35 dólares por 15 minutos de sexo

    El chofer se llevaba la mitad del pago, sólo por el traslado, y el resto se le entrega a la víctima para el tratante.

    Los delincuentes con frecuencia enviaban o hacían que las víctimas enviaran vía electrónica parte de las ganancias de la prostitución a familiares y socios de los tratantes en México. Estas transferencias darían asistencia financiera a las familias de los delincuentes y apoyo financiero a ellos mismos si regresaban a México.

    *Información tomada de El Debate