Convoca Isidro Duarte a evitar la confrontación y descalificaciones dentro del PRD

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Chilpancingo, Gro. 17 de Agosto del 2018. – El diputado Isidro Duarte Cabrera dijo que frente a la crisis política que viven los partidos y en especial el de la Revolución Democrática, lo que menos se necesita es la descalificación, la exclusión, la cacería de culpable y las purgas intestinas.

No son tiempos de división y confrontación interna, sino de unidad y restructuración del PRD para reposicionarlo en el ánimo de los electores, indicó.

Al comentar las declaraciones de algunos aspirantes a dirigir al partido del Sol Azteca en Guerrero, que cuestionan las prácticas políticas de las corrientes internas y otros que buscan culpables para la derrota, el legislador calentano consideró ocioso y contraproducente estigmatizar a dirigentes y militancia por una derrota infringida por una ciudadanía desconfiada, decepcionada e irritada con los políticos y la corrupción de los gobernantes.

Tenemos que asimilar la enseñanza que nos ha dado la ciudadanía al sufragar mayoritariamente a favor de un cambio para revisar nuestro actuar como políticos y como partido. “Por supuesto que urge refundar al PRD, pero ello no significa romper al partido, destruir su estructura y generar confrontaciones internas, que nos distraería de las tareas principales que son mantener la unidad, democratizar al partido, construir un nuevo proyecto político alternativo y la consolidación del PRD como una fuerza política autónoma al servicio de la ciudadanía.

Debemos reconocer que la crisis del partido no surgió el 1 de julio tras la derrota, ese fue el momento del quiebre. La crisis, abundó, comenzó cuando abandonamos las luchas soc8iales, cuando no abanderamos las demandas populares, para convertirnos en aparatos electoreros cuyo trabajo se reducía a la movilización del sufragio.

Debemos considerar que abandonamos las tareas de afiliación y promoción de una cultura cívica entre   nuestros militantes y la ciudadanía. Cerramos el paso a la incorporación de nuevos liderazgos y asumimos formas verticales en la toma de decisiones, en la que las dirigencias ordenan y la militancia solo obedece.

La pluralidad no es un defecto de nuestro partido, por el contrario, la existencia ce corrientes internas fortalece la visión que debemos tener sobre los asuntos sociales, políticos y económicos; pero tenemos que reconocer que el diálogo, el debate, el conceso y la propuesta en torno a las soluciones no ha existido.

Debe preocuparnos que hoy muchos de nuestros militantes se encuentran confusos y tentados a migrar a otros partidos o reducen la actuación del nuestro al colaboracionismo servil con otras fuerzas, dijo.

Ante la incertidumbre del cambio que se viene tenemos que actuar y tensar las fuerzas al interior de nuestro partido para galvanizar la unidad, evitar la fuga de dirigentes y militantes. Tenemos que alcanzar el acuerdo y la participación de todas las corrientes en la refundación del partido que pasa por la elaboración de una plataforma política más cercana a la gente, la democratización del partido en la elección de dirigentes y candidatos a puestos de elección, la apertura del mismo a toda la ciudadanía, nuevas tareas de afiliación y divulgación ideológica y la incorporación de nuevos liderazgos, de mujeres y jóvenes.

Como partido debemos enfrentar las insinuaciones de un ejercicio centralista de gobierno a partir de privilegiar el regionalismo y el municipalismo. Impulsar alianzas con otras fuerzas políticas en correspondencia con nuestros principios y evitar la entrega del partido a nuestros adversarios, pero sobre todo promover las demandas de justicia, seguridad y mejor calidad de vida de la ciudadanía.

Tenemos la obligación de volver a conectar las demandas sociales con el ejercicio de la política y reconstruir el tejido social y político del partido, para darle continuidad al PRD y hacerlo atractivo a las futuras generaciones de mexicanos, precisó.

Hagamos política en la calle, el barrio, la comunidad la colonia, el municipio para ir por el estado y la nación.