En los pasillos del Poder

    ¿Dónde anda la expresidenta de Acapulco Adela Román Ocampo? ¿Dónde desea estar la actual Presidenta de Acapulco Abelina López Rodríguez?

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    Por Baltasar Hernández Gómez ۞

    (Análisis, comentarios, noticias, reflexiones, trascendidos y filtraciones sobre la política y los políticos de México, estado de Guerrero, Acapulco y más allá)

    ¿Dónde anda la expresidenta de Acapulco Adela Román Ocampo?

    ¿Dónde desea estar la actual Presidenta de Acapulco Abelina López Rodríguez?

    Miércoles 20 de octubre de 2021.

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    ¿Dónde anda la expresidenta de Acapulco Adela Román Ocampo?

    Desde el pasado 1° de octubre Adela Román Ocampo dejó la Presidencia de Acapulco (para fortuna de cientos de miles de acapulqueños) y fue a refugiarse al Tribunal Superior de Justicia de Guerrero como magistrada, cargo judicial al que pudo regresar, debido a que la anterior legislatura estatal le autorizó retornar de la licencia obtenida hace tres años cuando apostó a ser política-gobernante. 

    Su experimento fue a todas luces un fracaso de fracasos, toda vez que dejó al puerto más emblemático de México en condiciones deplorables y al borde de la ruina en cuestión de finanzas, corrupción administrativa, servicios y obras públicas, nula inversión y proyectos productivos.

    A casi tres semanas de su retiro forzoso el corpus de magistrados estatales no le ha asignado una sala en específico, aunque muchos suponen que ocupará la que poseía antes de su partida, pues todavía persisten 214 expedientes que están a la deriva sin emitir análisis y mucho menos sentencias. 

    Su sobrino Víctor Román Román (el incómodo por su nefasta actuación extraoficial en todos los asuntos municipales) la sigue acompañando, pero ahora con el rol de analista, teniendo como función real ser secretario privado que resuelve problemas domésticos y menudencias cotidianas.

    Personas que la han tratado en los últimos días ven preocupada a Román Ocampo, pero con una actitud menos soberbia, pues ha recibido llamadas telefónicas mediante las cuales le informaron que están preparándole carpetas de investigación en los tres niveles de gobierno por su desastrosa gestión municipal, la cual estuvo plagada de acusaciones internas y externas, además de que se reunieron un cúmulo de pruebas aún no presentadas ante las instancias judiciales, debido a los manejos turbios en materia financiera, contratos ilícitos y desplazamiento inexplicable de recursos públicos a cuentas personales, de su familia y prestanombres. 

    No obstante la “preocupación”, la señora Adela Román se permite asistir a actividades sociales con reducida afluencia, a fin de palpar los termómetros públicos.

    El Acapulco que tanto decía amar y beneficiar le guarda abultadas facturas y está en estado de alerta ante cualquier situación que se genere en su contra. La ciudadanía está en vigilia, pues cuando la señora Adela Román Ocampo asome un poco la cabeza, será destinataria de una cascada interminable de improperios y acusaciones, ya que durante su trienio de desgobierno puso de rodillas a decenas de miles de hogares que no tuvieron atención administrativa eficiente y transparente, ni agua potable, ni recolección de desechos sólidos, ni drenaje, ni alumbrado público y tampoco seguridad, amén de no contar con apoyos a través de proyectos productivos que pudieron haber ayudado a la economía familiar, tal y como ella lo prometió en 2018 y años subsecuentes. 

    Mucha gente “quiere sangre” (como suele decir la fanaticada de la lucha libre) y no cejará en la exigencia de que sea ampliamente investigada y, que de comprobarse tropelías, tenga un lugar reservado en penitenciaría federal.

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    ¿Dónde desea estar la actual Presidenta de Acapulco Abelina López Rodríguez?

    En sus primeras tres semanas como Presidenta de Acapulco, Abelina López Rodríguez está tratando de apagar la pirotecnia encendida que dejó su antecesora, intentando hacer llegar a la población los servicios básicos que requiere cualquier ciudad moderna y más tratándose de una con vocación eminentemente turística, que tiene contacto directo con el ámbito nacional e internacional. 

    En lugar de estar diseñando un Plan Municipal de Desarrollo de altos vuelos y prepararse a gobernar bien en los 2 años y 11 meses y medio que todavía tiene de gestión, para pasar a la historia como la alcaldesa que tiene la oportunidad de oro para virar el rumbo del municipio, está enfocada -a forciori- a buscar aprobación y apoyo del Cabildo para adquirir créditos que le auxilien a pagar adeudos, comprar equipamiento y alcanzar a cubrir los sueldos de la nómina general.

    He insistido mucho en que la legalidad de su llegada a la presidencia es una, pero la legitimidad se gana a través de hechos contundentes, muchos de los cuales no son tangibles como las obras y servicios, sino que están en la intangibilidad de acciones que son las que remarcan el carácter real y alcances de los gobernantes y su interrelación con los gobernados. 

    Es por ello que a Abelina López le urge posicionarse como la primera demandante de una auditoría exhaustiva a su predecesora para que, de una vez por todas, se aclare quién es quién y se conozca a ciencia cierta el origen de los problemas y padecimientos de los acapulqueños.

    Si Abelina López Rodríguez levanta el estandarte anticorrupción, alineada a los planteamientos del Presidente de la República y recogiendo la vox populi que clama justicia, ya que se requiere saber por qué no se hizo nada en Acapulco durante la administración de Adela Román (2018-2021), estará poniéndose al frente de una cruzada por y para Acapulco, legitimando su rol como Presidenta y esclareciendo lo que por décadas ha sido un laberinto de impunidad, el cual sólo ha permitido ver de reojo un desfile de políticos, legisladores, gobernantes y funcionarios públicos que, de la noche a la mañana, llenaron sus cuentas bancarias y adquirieron propiedades suntuosas que jamás tendrán millones de mexicanos bien nacidos que con su trabajo honesto llevan apenas los suficientes satisfactores a sus casas.

    Todos los líderes e integrantes del partido político cuyo imagotipo tiene el color Pantone 1805 (Morena) tendrían que apoyar al ciento por ciento tal decisión, en virtud de que el baluarte propagandístico de la denominada cuarta transformación señala: no robar, no traicionar y no mentir. 

    El caso de Adela Román sentaría precedente a nivel nacional, pues de encontrarse pruebas de las tantas y tantas fechorías que le son imputadas, sería el ejemplo exacto que demostraría a propios y extraños que el Presidente de México, el partido gobernante y las administraciones emanadas de él, están haciendo algo concreto para atacar la corrupción sin importar filiaciones ideológicas, políticas o intereses económicos.

    No es suficiente que la Presidenta municipal haya precisado hace unos días que se investigará a fondo las irregularidades en la obra Rivera de La Sabana (que tuvo una inversión de 100 millones de pesos), ya que como ésta, hay más de 311 obras pendientes (que se realizaron deficientemente, o bien, no se concluyeron o sólo quedaron proyectadas en papel), así como múltiples contrataciones de servicios fantasmas, cobro de plazas no trabajadas, distribución de pipas de agua con cuotas de “recuperación” y cobros de remolque de automóviles por parte de grúas institucionales y particulares.

    Ahorita es ahorita y todo es todo. ¿Queda claro?

    **Baltasar Hernández Gómez es politólogo, comunicador, asesor, escritor y catedrático-investigador. 

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