En los pasillos del Poder

    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador y la estructuración de una zona de poder en México. 2.- La Presidenta de Acapulco Adela Román Ocampo: sancionadora y permisora.

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    Por Baltasar Hernández Gómez ۞

    (Trascendidos, filtraciones, comentarios, análisis y reflexiones sobre la política y los políticos de México, estado de Guerrero, Acapulco y más allá)

    Miércoles 11 de agosto de 2021.

    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador y la estructuración de una zona de poder en México.

    2.- La Presidenta de Acapulco Adela Román Ocampo: sancionadora y permisora.

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    1.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador y la estructuración de una zona de poder en México.

    Al pan, pan y al vino, vino. Debo reconocer que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene pericia cuando desconcentra su estrategia política en las manos hábiles de operadores con oficio y reduce su presencia para no ser blanco anticipado de opositores, sean estos representantes de los poderes que desarrollan sus actividades en el espectro visible del sistema y también de los fácticos, es decir, las vías metaconstitucionales que están fuera de los convencionalismos formales.

    En la más reciente visita de la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero al estado de Guerrero, con motivo de la conmemoración del 239 aniversario del natalicio del general Vicente Guerrero Saldaña, el poderío del primer mandatario se dejó sentir en todo su esplendor. A través de la abogada, senadora con licencia, notaria pública de la Ciudad de México y exministra de la Suprema Corte de Justicia, hizo ver implícitamente que cualquiera que esté a favor de la 4T tendrá las puertas del paraíso abiertas para obtener reconocimiento, apoyo y protección.

    La funcionaria federal no escatimó recursos narrativos para elogiar al gobernador Héctor Astudillo Flores: “Usted señor gobernador es un personaje que va a pasar a la historia de este estado como un hombre honesto (…) y comprometido con el pueblo de Guerrero. Muchas gracias por su relación con el gobierno de México señor gobernador. Gracias por ser como es usted, un gran guerrerense”. Como muy pocas veces el halago apareció en un discurso oficial, que por supuesto fue avalado previamente por el presidente de la República. Las frases no son de un amigo entrañable a otro, sino de la emisaria número uno que tiene la responsabilidad de mantener el statu quo de la política mexicana en esta fase de republicanismo austero y transparente. 

    Desde cualquier arista semiótica, el mensaje presidencial en boca de la titular de gobernación es un espaldarazo para quien todavía funge como Ejecutivo en uno de los estados más atrasados y peligrosos, pero que tiene gran relevancia por su posición geopolítica.

    Cuando observé las imágenes del evento pude percatarme de la cara de satisfacción de Astudillo Flores y no porque estuviera recibiendo la glorificación en su tierra natal, sino porque estaba siendo exonerado por cualquiera de los supuestos errores, omisiones y actos administrativos, financieros y sociopolíticos que hayan ocurrido durante su gestión. 

    Era tal la exaltación del gobernador al sentirse elogiado por la denominada “dama de guante y acero” y por estar al lado de uno de los senadores consentidos de López Obrador y padre de la gobernadora que lo sucederá, Félix Salgado Macedonio, que no dejaba de frotarse las manos y lanzar miradas de triunfo a su esposa, familiares y amigos. Salgado Macedonio le brindaba miradas de aprobación mientras que en la despedida le daba palmadas en señal de consumatum est, o sea, “que todo estaba hecho!. Una especie de confirmación de los compromisos acordados antes del domingo 6 de junio pasado.

    Quedó claro que a partir de ese momento Astudillo Flores es un hombre que dejará el cargo sin problemas de persecución, siempre y cuando se mantenga apegado a la políticas del centro, otorgue toda la documentación e informes sobre el estado de cosas que guarda la entidad, facilite la transición al nuevo gobierno que presidirá Evelyn Salgado Pineda y se comprometa a unificar aliados políticos de todos los colores para las causas de López Obrador. 

    Así que las acusaciones que andan circulando y los expedientes armados para supuestamente enjuiciarlo quedarán en la cámara frigorífica del olvido, bueno, por lo menos momentáneamente, exponen a media voz los que saben de estos menesteres jurídicos.

    Pero aquí no termina la cosa, como coloquialmente se dice, pues lo anterior, sumado a otros procesos estratégicos, sirve para que López Obrador casi concluya con la estructuración de un bloque de poder macro territorial. Para los efectos de identificación nombraré este bloque o franja de poder como “El anzuelo con carnada”, integrado por el contorno geográfico que va de la península de Baja California hasta la península de Yucatán y Golfo de México, teniendo al centro varias entidades. La zona de poder comprende puntualmente Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tabasco, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Ciudad de México y Zacatecas, teniendo la colaboración de fuerzas aliadas que operan en Tabasco, Morelos, estado de México, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Jalisco (entidades que se encuentran en la mitad del perímetro), principalmente. 

    Dicho enclave de poder fue armado con tino y paciencia por el presidente de la República como plataforma político-electoral para que en 2024 el partido Morena obtenga los votos suficientes para mantener supremacía. Si estas entidades son coloreadas en un mapa puede apreciarse el contorno de un anzuelo con carnada en medio. ¡Pescado……y lotería!

    2.- La Presidenta de Acapulco Adela Román Ocampo: sancionadora y permisora.

    Por la ineficacia, incapacidad y soberbia de la actual alcaldesa sólo puede aparecer -de vez en cuando- en medios de comunicación seleccionados para no enfrentarse a debate y mucho menos a crítica. Hace dos días apareció la nota que Adela Román Ocampo sentenció a habitantes y visitantes que si violan las medidas de protección Covid19 serán sancionados sin ninguna consideración, pues la salud pública es prioridad para su administración. 

    A días de dejar el cargo que desempeñó en total opacidad e irresponsabilidad, de acuerdo a los dos últimos sondeos aplicados a la ciudadanía, pero sobre todo al termómetro que se pulsa en plazas, calles, centros comerciales, internet y en cualquier sitio donde se aborda el desastre en que se encuentra Acapulco; la presidenta sólo aspira a que la recuerden mediáticamente enfundada en toga imaginaria, más o menos del tipo que usó años atrás cuando fue magistrada propuesta/designada por gobernadores de antaño, con el propósito de que su retiro no sea visto como tragedia griega, tal y como la mayoría de acapulqueños presagia. 

    Ahora resulta que Román Ocampo quiere parecer muy sancionadora, lo que contrasta con la inacción en su proceder, toda vez que jamás hizo algo para que las instancias pertinentes castigaran lo que en principio consideró desfalcos cometidos por administraciones pasadas y tampoco puso un alto a los constantes señalamientos de investigación a servidores públicos y personas que deambulan por las oficinas de gobierno sin cargo, pero sí con poder para decidir, quitar o poner. 

    Con un pie fuera del palacio municipal y con una serie de acusaciones informales y formales que, según dicen, penden sobre su cabeza, la presidenta no quiere irse trastienda, aún cuando sus “gurús” de cabecera y protegidos insisten en que no hable ni se presente más que lo estrictamente necesario, a fin de no propiciar rechazos generalizados y hasta jalones de vestido, como le sucedió en varias giras por colonias populares del centro y periferia del puerto.

    Trascendió que el síndico Javier Solorio Almazán está preparando un ataque contra Adela Román. Varias fuentes señalan que el edil, hermano del saltimbanqui Ramiro con los mismos apellidos, la exhibirá como cabeza de una intrincada red de negocios que captaron pagos por favores y la sustracción de recursos, aprovechándose del cargo.

    Se dice que el escenario acusatorio lo ha venido fraguando desde que la alcaldesa lo acusó públicamente por haber intentado concretar un contrato que, de haberse aprobado, le hubiera redituado varios millones de pesos por el aseguramiento de agentes de policía y tránsito, además de exponer que tiene inscritos y cobrando a decenas de familiares y amigos en las nóminas municipales.

    Por vía de mientras, como dicen en el Ticuí, están apareciendo documentos en redes sociales y algunos en lugares públicos como es el caso del pórtico de la catedral y 3 iglesias en la colonia Progreso donde pueden apreciarse algunas transacciones que hay en el organismo encargado de la administración y operación del agua potable y alcantarillado (CAPAMA).

    En estos pueden verse, por ejemplo, los sueldos elevados de la estructura directiva y mandos medios. Los salarios van desde los 30 mil hasta los 120 mil pesos. 

    Entre los funcionarios más beneficiados por la 4T tropicaloide se encuentra el hermano de un alto funcionario de gobierno, de apellido Manzano, así como recomendados y parientes de la presidenta y servidores públicos de su primer círculo de convivencia.

    Trascendió que pasado mañana se filtrará más información escrita donde aparecen nóminas donde podrá comprobarse los nombres de familiares, amistades y socios en fuga del aparato burocrático que rodeó por tres años a la mujer que tuvo la oportunidad de cambiar a fondo Acapulco y que ahora dice que no pudo, que no hay dinero por sueldos y deudas y que nunca supo a lo que se metía.

    ¿Sabe el presidente de México que muchos funcionarios y ediles ganan más que él? ¿Sabrá el gobierno de la República que no hubo un manejo apropiado de recursos, pues es tangible que no existen servicios públicos ni obras de calidad? ¿Sabrá López Obrador que Román Ocampo viaja en vehículos blindados con escoltas que ni él mismo posee? Para finalizar esta retahíla de información, quiero comunicar que dos mujeres que fungen como administrativas en el “H. Ayuntamiento” me confiaron que por más de año y medio vieron pasar tickets por los escritorios de sus jefes donde aparecían cantidades considerables de dinero erogadas por la compra “del vestuario presidencial” en boutiques “de autor” que, como dicen, mejor hubiera adquirido con los artesanos de Costa Chica, Chilapa, o bien, los oaxaqueños y chiapanecos que hasta hace mes y medio tenían permiso de vender sus productos en el zócalo de Acapulco, que al cabo luciría igual. ¡Tambor……..y lotería”

    Quien tenga ojos que vea. Quien tenga oídos que oiga. Quien no, pues no.

    ۞ Politólogo, comunicador, escritor, catedrático-investigador y asesor. [email protected]