Se solidarizan periodistas de Guerrero con el gremio de Tamaulipas, tras asesinato de Héctor González

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    Por: José Molina de la Cruz

    Chilpancingo, Gro. 30 de Mayo del 2018. – Representantes de los medios de comunicación en Chilpancingo, realizaron una parada para solidarizarse con el gremio de Tamaulipas, por el asesinato del periodista Héctor González, ocurrido este martes en Ciudad Victoria.

    Desde esta entidad suriana, en voz del reportero Jacob Morales Antonio, reclamaron al gobierno federal y de Tamaulipas una pronta y eficaz investigación, y que este homicidio que enluta a los periodistas en México no quede en la impunidad, como ha ocurrido en otros casos.

    Los guerrerenses, se sumaron al pronunciamiento de la prensa tamaulipeca en exigencia de justicia y por un alto a las agresiones; “la muerte de nuestro colega Héctor González Antonio, quien fue encontrado en una calle de Ciudad Victoria, Tamaulipas, nos pone nuevamente de luto y en alerta”.

    En respuesta a la Red de Periodistas del Noreste, también demandaron a las autoridades de Tamaulipas y al gobierno federal una investigación clara y a fondo sobre el asesinato del corresponsal del periódico Excélsior.

    A los colegas de Tamaulipas, una de las zonas más peligrosas para ejercer el periodismo, “les recordamos que no están solos, porque las agresiones contra uno nos afectan a todos. Toda nuestra solidaridad con ustedes y a los familiares de Héctor González Antonio, nuestras condolencias”.

    Miembros de la Asociación de Periodistas del Estado de Guerrero (APEG), alertaron que la situación en Guerrero se está recrudeciendo, sobre todo en el contexto de la guerra sucia entre candidatos en este proceso electoral, que deja a los reporteros entre dos frentes, vulnerables a sufrir agresiones.

    Condenaron también la agresión que sufrió la madrugada de este miércoles, el corresponsal del periódico “El Sur”, en la ciudad de Chilapa, Luis Daniel, quien fue asaltado y golpeado por hombres armados.

    La agresión en contra del compañero se da en un contexto de extrema violencia en ese municipio, donde los reporteros han vivido bajo la amenaza de la delincuencia organizada durante por lo menos los últimos tres años.