En los pasillos del Poder

    A un mes de gobierno la Presidente de Acapulco, Abelina López Rodríguez, exhibe autoritarismo e ineptitud.

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    Por Baltasar Hernández Gómez ۞

    A un mes de gobierno la Presidente de Acapulco, Abelina López Rodríguez, exhibe autoritarismo e ineptitud.

    “…Sandunga no seas ingrata, mamá de mi corazón…”

    Martes 2 de noviembre de 2021.

    De nueva cuenta me refiero al episodio protagonizado por la Presidente de Acapulco, Abelina López Rodríguez (ALR) donde despreció a reporteros locales, toda vez que en él se pudo apreciar la esencia despótica e impericia de la mujer que hoy y hasta el 2024 tiene en sus manos el devenir de Acapulco. 

    A partir del 29 de octubre pasado, (ALR) está en el ojo del huracán, pues mostró total incapacidad para consensuar no sólo con periodistas de la fuente municipal, sino con todos los actores sociales que viven la problemática heredada por administraciones anteriores y, muy puntualmente, con el desastre dejado por la inacción de su antecesora, afiliada -de dientes para afuera- al partido Morena, Adela Román Ocampo. 

    Ese día ALR reveló una postura bravía al ser cuestionada por representantes de los medios de comunicación sobre el aumento progresivo de la violencia e inseguridad en la zona urbana y suburbana de la ciudad, dejando a la intemperie su escasa preparación para ejercer el oficio de gobernante.

    Por mi opinión al respecto he sido blanco de exabruptos cargados de ceguera y odio de algunas personas que defienden el comportamiento tan bajo y ruin de ALR. Dicho público reducido, afín a los intereses de la actual inquilina del palacio municipal, ignoran que gobernar no significa estar de acuerdo -sin análisis de por medio- con los postulados discursivos del Presidente de la República, y adoptan el resguardo, a como dé lugar, de ALR para “salvarla” de ilusorios ataques “conservadores, neoliberales y fifís”, que actualmente perciben en la labor periodística 

    Sintiéndose arropada por los elementos de seguridad otorgados por la Secretaría de Marina, policías vestidos de civil y gente perteneciente a su corriente política ahora con cargos formales e informales dentro del organograma administrativo del municipio, ALR no ha entendido que no es con beligerancia como va a estar edificar puentes de reconciliación entre los acapulqueños que, por más de quince años, están sin esperanzas de recuperar la brillantez de Acapulco, pues los gobernantes entran prometiendo y abandonan los cargos con inmensas cantidades de dinero público, dejando un municipio más y más destrozado, sin servicios públicos, sin modernización administrativa y sin inversiones ni proyectos productivos. 

    Frustrada y encolerizada por no saber qué responder a periodistas, ALR lanzó misiles verborréicos e incitó a que un público reducido se fuera a la yugular de los entrevistadores.

    Allende de la conducta adoptada en este ríspido desencuentro, ALR dejó salir su desprecio a todo aquel que tenga la osadía de preguntarle cuáles son las estrategias y acciones que emprenderá para que en Acapulco exista equilibrio social, político y económico, que permita ir solventando los múltiples problemas que asolan a la población, uno de los cuales es la inseguridad.

    Hoy son los medios de comunicación y mañana podrían ser asociaciones civiles, empresarios, ediles de oposición y sociedad en general que tenga la valentía para emitir crítica o puntos de vista distintos a los que ella debe acatar y poner en práctica porque le son dados desde la capital del estado y la ciudad de México.

    Desde ayer por la noche está circulando un comunicado de dos páginas, mediante el cual ALR reconoce que se equivocó, es decir, pidió perdón -a regañadientes- por la actitud tomada hace 4 días en contra “de las compañeras y compañeros que se vieron ofendidos”, tal y como lo asienta en el documento membretado.

    En dicho comunicado reitera que siempre ha sido luchadora social preocupada por resolver a fondo los problemas que aquejan a los acapulqueños, insistiendo que siempre va a estar al lado de los oprimidos, defendiendo los derechos ciudadanos y la libertad de expresión, así como trabajando para todos los habitantes de Acapulco, incluyendo a los periodistas, a fin de que hayan mejores condiciones de vida.

    Como decía mi bisabuela Cunda…fregadazo dado nadie te lo quita.

    El desplante lópezrodriguizta permanecerá como el sello de la bestia, pues por más que trate de demostrar que posee licenciatura, maestría y es doctorante en Derecho, su forma tosca de hacer política no puede ser pulida ni en el fragor cotidiano y contacto con todo tipo de personas en su paso efímero por la administración pública local.

    El talante de desdén que tuvo ALR hizo que los acapulqueños aprecien en ella a una mujer con serios problemas de personalidad y trastornos psicológicos al haber escalado la pirámide social a través de gritos y sombrerazos y porque ahora se siente todopoderosa porque que cree poseer el apoyo incondicional de la Gobernadora y del Presidente de México.

    Ayer mismo y a la par del comunicado antes comentado, su equipo informal de comunicación social está transmitiendo, a través de medios electrónicos y plataformas digitales un audiovisual donde da cuenta de sus primeros treinta días de gestión gubernamental, ensalzando la compra anticipada y controversial de unidades automotrices de recolección de desechos sólidos, 7 de las cuales se encuentran en reparación mayor. 

    Presume, sentada en la mesa de reunión de su despacho que están pintándose banquetas y colocándose señalética vial. Dice que están cambiándose focos de luminarias y erradicando puntos negros de basura. Se ufana de haber organizado una exhibición de ofrendas de día de muertos, obligando a trabajadores de las diferentes áreas del Ayuntamiento a montar sus estantes y una caravana de carros alegóricos, enfatizando que “ahí la lleva” en lo relativo a distribución de agua potable.

    Lo que no dice es que decenas de colonias populares siguen sin el vital líquido, que la acumulación de basura persiste, que no hay estrategia para eficientar las labores administrativas, ni modernización y mucho menos planes de reactivación turística a fondo ni nada distinto que pueda dar sustentabilidad a su dicho de progreso. 

    Por eso más allá del comunicado oficial y del video promocional de su primer mes de gobierno, ALR no ha querido ni podido demostrar su bravía, enjundia y coraje para activar a fondo un proceso de investigación de las tropelías de su antecesora, Adela Román Ocampo y a un número considerable de exfuncionarios que presumiblemente cometieron actos de peculado.

    No demuestra prepotencia ni grita ante el consorcio del estado de Puebla que presumiblemente costeó buena parte de su campaña electoral y que ha insertado mujeres y hombres en puestos claves de la administración municipal. Tampoco exhibe soberbia ni regaña a funcionarios que hasta el momento no han demostrado ser eficaces en sus encomiendas.

    Y así como comencé el artículo lo remato con la cuarta estrofa de la famosa canción oaxaqueña La Sandunga, que a su letra dice: “A orillas del Papaloapan me estaba bañando ayer, pasaste por las orillas y no quisiste ver”.

    **Baltasar Hernández Gómez es politólogo, comunicador, asesor, escritor y catedrático-investigador. 

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