Ciudad de México. 27 de Septiembre del 2017. – Alejandra se encontraba dentro del edificio ubicado en Torreón y Viaducto, en la Ciudad de México, el 19 de septiembre a las 1:14 horas cuando se derrumbó.
En ese instante, María del Rosario y Vicente perdieron a su hija. No obstante, el martirio y la rabia no acabaron ahí.
Al poco tiempo se dieron cuenta que habían perdido algo más que pertenecía a su hija: sus ahorros.
El sábado 23 de septiembre, a cuatro días del sismo, el banco les informó que alguien había realizado diversos gastos en la tarjeta de débito perteneciente a su hija.
En un día gastaron al menos 24 mil pesos en tiendas como Zara, Bershka y Best Buy.
Esa tarjeta guardaba los ahorros de Alejandra, que sus padres habían juntado en toda su vida.
“Eran todos nuestros ahorros, mi hija iba depositando 100 o 200 pesos cada que podía”, dice Vicente, “sabíamos que había ahí 32 mil pesos ahorrados, encontramos que ya alguien los había tomado en medio del desastre”.
Los padres de Alejandra esperan que el banco les dé una solución y pese al coraje que este acto causó a la familia, aseguran no desearles mal a los responsables.
Pese a ello, María y Vicente creen que los buenos son más y que este acto de bajeza no mancha los actos de bondad que han recibido de los voluntarios y brigadistas.
*Información tomada de La Silla Rota
