Chilpancingo, Gro. 26 de Febrero del 2017 (IRZA). – Para el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, la falta de empleos en la entidad obligará a los guerrerenses deportados de los Estados Unidos de Norteamérica a sumarse a las filas de la delincuencia organizada.
Mencionó que, a las regiones de La Sierra y La Montaña, han regresado decenas de jóvenes deportados del país del norte por la política “represiva” de Donald Trump.
Dijo que como organización colectiva se mantendrán vigilantes de la actuación del poder y las policías estadounidenses en contra de los guerrerenses deportados.
Mencionó que el gobierno de México no ha tenido una postura clara respecto de los guerrerenses que han sido deportados y que regresan a lugares como El Ocotito, Filo de Caballos y Amojileca entre otros.
Añadió que al regresar a su lugar de origen y ante la falta de trabajo, “son contratados por la delincuencia organizada para emplearlos en la siembra de estupefacientes”.
Chávez Adame sostuvo que no hay una política del gobierno estatal para buscar terminar con la delincuencia y ofrece mejores oportunidades de empleo.
Afirmó que en el gobierno estatal hay una política que no cumple con el slogan de “orden y paz” porque se dedica a perseguir a luchadores sociales librándoles orden de aprensión.
“Por eso hoy venimos con un amparo en la mano, se nos giró una orden de aprensión por la liberación de despensas que se tenían retenidas después del huracán Ingrid en el 2014, “se tenían escondidas despensas y cobertores cuando había hambre y frío de gente que se quedó sin techo, desprotegidos”, concluyó.
