Ciudad de México. 13 de Diciembre del 2016. – Fue la cuarta pelea entre ambos. El puño de Juan Manuel Márquez dejó sin aliento a los asistentes en el MGM Grand de Las Vegas, mucho menos al filipino Manny Pacquiao, quien permaneció inmóvil en la lona, mientras ‘Dinamita’ celebraba sobre las cuerdas.
El golpe que mostró el porqué del apodo del pugilista mexicano apagó las luces del Pac Man, quien un año después de aquella pelea, en 2013, lo definió como un “golpe de suerte”. Ese nocaut paralizó a México.
Desde 2004 la rivalidad entre Márquez y Pacquiao dejó en el ánimo de los aficionados al pugilismo un anhelo de ver a estos dos guerreros sobre el ring. Ese año se dio el primero de cuatro capítulos que terminó en empate.
En 2008 volvieron a verse las caras. Esa ve fue el filipino quien se llevó la victoria por decisión unánime, pero la contienda que sostuvieron en 2011 fue la que dejó prendido al mexicano, al ser declarado ganador a Pacquiao con una decisión mayoritaria. “Fue un robo”, sentenciaron medios de comunicación, aficionados, boxeadores y entrenadores, no sólo nacionales, sino de todo el mundo.
Un año después, Márquez tendría la oportunidad de demostrar su valíay dejar en claro que aquella vez los jueces se equivocaron.
El MGM Gran estaba abarrotado ese 8 de diciembre de 2012, los seguidores mexicanos no dejaron de alentar a Márquez. El primer round fue de estudio.
Para el segundo asalto comenzó la iniciativa del ‘Dinamita’. Tercero y cuarto los cerró con todo, mientras Pacquiao esperaba. En el quinto round ya estaban ambos encendidos e intercambiaron golpes, fue un ‘toma y daca’. El asiático conectó zurdazo al mexicano y éste se tambaleó. Conteo de protección que sirvió para tomar aire y perfilarse a la victoria. Con la sangre corriendo por el rostro de Márquez, terminó el quinto asalto.
*Información tomada de Adrenalina
